martes, 27 de mayo de 2008

Manual para cazar palomas despansurradas

Es una ironía de la vida haberte conocido, dedicarte estas letras que sólo muzas como tu, persona que podría jurar es un clon de un ángel, pero eres tan modesta que no lo admites.
Por que me gusta que me abrazes incómodamente como sólo tu lo sabes hacer, me gusta cargarte en mi espalda y cubrirte con mis brazos por completo.
Me encanta tu sonrisa falta de caninos, como a ti te ha de gustar la mía sin molares.
Deliro cada vez que me dejas besarte con locura hasta fundirnos en el unísono de una voz, que dice quererte con frenesí y abrazados vencer al mundo, me gusta hacer todo esto...aunque sólo en sueños lo pueda ver. Pero me encanta besar cada una de las pecas imaginarias como el lunar tan sensual de tu nariz, y me gusta sentir, que me vez cuando por fin parto, o escuchar ese "gracias" habitual de todas esas conversaciones por télefono.
No tengo idea de si es que siquiera te he de gustar o que se halla formado algún cariño especial hacia mí, pero de algo que estoy seguro es que no te puedo sacar de mi trabajo, de mis tareas, de mis alegrias, de mis enojos, de mi paciencia... de mi mente-corazón, no lo podrás creer, pero si cuando digo que te quiero, es que voy a derramar cada gota de sudor de mi ser para demóstrartelo, hasta que te llevé a un punto que no podrás hacer nada más que aceptarlo, y regocijarte de ello.
Esto, es tan sólo para decirte algo que no muy a menudo lo hago contigo...¡Gracias! Eternamente, por darme tantos instantes, y tan pocas caminatas, y por tu sonrisa "que me eleva y me da vida", y por aceptarme tal y cual mis locuras y mi excéntrico mundo bizarro.
Gracias, por dejarme estar a tu lado un momento más y por no saber que tus abrazos me llevan hasta la Luna del perro-lobo, y por ser yo a la primera persona que le has dejado ver más allá de tu corazón y tus sentimientos, y por no cansarte de escucharme cuando pego de gritos a mitad de la calle o cuando de plano no se me escucha por el auricular... Gracias por quererme tanto, aunque no me lo digas...



Impide que nunca deje de tocarte, eres mi escudo ante este mundo de tiranos.
No me dejes morir, y si es así, que bello suplicio el que vivo a tu lado.
Mucha gente lo dice, pero tu sabes que a mi no me importan los demás, me importas tu.

No hay comentarios: